El primero fue centenario si hacemos caso a la ausencia de datos, por lo que entendemos que databa de la época de los frailes y que prácticamente llegó hasta el S.XX. Fueron las andas que se vendieron a la Hdad del Santo Entierro, en concreto a las Angustias. Aparece por primera vez en el inventario de la Hdad (1862), se describe como un paso con peana dorada y faldones de pana. También debemos recurrir a la descripción de Garrido Perelló (1924) para hacernos una idea más completa: "Este paso era muy pequeñito, formándolo una canastilla de madera tallada y dorada, con espejos cuyos cíngulos se colocaban cuatro candelabros góticos de plata con guardabrisa que los señores Pérez Márquez estaban obligados a entregar para la procesión, complementando el adorno, seis maceteros de latón pintado a los que pegábamos unos cromos que les daba mucha vista y que servían para colocar otros tantos ramos de flores que la Compañía de Zafra a Huelva nos regalaba por la bondad del entonces director y viejo amigo, don N. de Soto. Este paso era compañero del de la Virgen, aunque de menor valía artística. Los candelabros góticos tuvieron que ser una moda propia de los neos de finales del XIX y comienzos de XX, anteriormente la iluminación era de faroles.
Con la reorganización de 1912, llega un tiempo de esplendor patrimonial que se prolongó hasta la década de los treinta. Llegan las reformas al paso del Señor, nuevo misterio y nuevo paso. Las andas se encargan al afamado tallista José Gil -San Bernardo, El Silencio-. Para 1913 llega y despierta una gran expectación, recibiendo numerosos elogios y, al siguiente año, se estrenan los esbeltos candelabros guardabrisas. En estas reformas encontramos un dato curioso, José Gil presenta también el boceto de una peana-pedestal para el Señor, que es denegada porque el Cristo iba sentado sobre una piedra. Parece que la idea finalmente se aceptó años más tarde, pero no fue el proyecto del tallista.
El paso es de estilo neorocalla, con cuatro candelabros guardabrisas de cinco luces cada uno y pinturas de la Pasión en los respiraderos. Ha llegado casi intacto cercano a los cien años, de no ser por la Guerra Civil y otras mutilaciones de dudoso gusto. La canastilla pues, no es la original, ya que al encontrarse fuera de la Iglesia en el 36, es quemada junto a enseres del Santo Entierro y de Pasión en las vaquerizas de la cuesta del San Vicente de Paúl. La actual intenta ser una reproducción de la que se perdió, pero sin duda deja bastante que desear. Desde 1938 hasta 1950, el paso sale con un escueto cajón de madera que hace las veces de canasto. El nuevo, se encarga a José Álvarez, pero ya no iba el Cristo de las Cadenas, sino el del Buen Viaje.
Siguiendo con el paso, en 1924 se estrenan faldones, una adaptación del escudo del Esclavo que acometió Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Tras la guerra, se intenta arreglar el asunto del canasto del Señor y se planea la construcción de una paso para el Cristo del Buen Viaje, que es incorporado a la Cofradía. Para tal asunto, es contratado José Oliva y en 1944 parece ser el año de su estreno. El paso finalmente no va para el Crucificado -por más que se pidan constantes donaciones a la Diputación-, sino para el misterio. En 1944, la lluvia hace acto de presencia y retrasa el estreno del formidable trono barroco para 1945, en que la Hdad sale a la calle por primera vez con tres pasos. De grandes dimensiones, tenía que salir a la calle sin esquinas, incluso en sus últimos años lo hacía desde una carpa montada en el porche. Fue el primero de la obra de Oliva en Huelva, Cadenas-Oración-Tres Caídas, y no es descabellado asegurar que fue su mejor talla. Se llegó a dorar en su totalidad a excepción de los grandes candelabros.
Dejó de salir en 1956, apenas doce años de paso. La nefasta conservación, al aire libre prácticamente, y la mala calidad de la madera de postguerra, hicieron que agentes externos se comieran literalmente el paso. El Señor, sin paso, dejó de salir a la calle cinco años, a lo que el Barrio de la Merced protestó y pidió su vuelta, que lo hizo en su antiguo paso de Gil.
Nuevamente encontramos al Cristo en su paso de 1913, esta vez con canastilla de 1950. Son los años de penuria de la Hdad, que deja de salir en su totalidad a la calle. A finales de los 60 y comienzos de los 70, se plantea la revitalización de la Cofradía y nuevamente se retoman las salidas anuales. Los candelabros de Gil son cortados incomprensiblemente y en la mente de todos siempre está la idea de un paso nuevo para el Señor. Incluso se contactó con el propio Oliva, pero la emigración de éste y los pocos fondos de los que disponía la Cofradía hicieron que no llegara a buen puerto el proyecto.
Tendremos que esperar hasta la década de los 90 del pasado siglo, cuando la bonanza de la Hdad permite retomar el proyecto de unas nuevas andas para el misterio. En 1998 empieza la construcción del paso; las tareas de carpintería en La Rambla (Córdoba) y el tallista Antonio Ibáñez para la ejecución. El paso levanta la admiración de la Huelva cofrade y sale por primera vez a la calle el Jueves Santo 20 de Abril del año 2000. En cedro real, cuatro candelabros guardabrisas de siete luces por piña, con dos más pequeños de cinco antorchas también cada uno. Las miniaturas; evangelistas para el 2000-2001, capillas en el 2002, y las cartelas del 2003-2004 son de Emilio López y el dorado de Manuel Calvo (2001-2004).
Estrenó faldones de terciopelo corinto en el 2000, para ser sustituidos por otros de damasco y fleco en 2006.
-Finales del S.XVIII o comienzos del XIX hasta los inicios del XX: Paso primitivo de autoría desconocida, Judíos antiguos también anónimos.
-1913: Paso de José Gil, nuevos Judíos procedentes de la Hdad del Valle. El Señor con sudario y corona de plata.
-1944: Paso de José Oliva.
-1956: Retorna al paso de José Gil.
-2000 hasta la actualidad: Paso de Antonio Ibáñez, vuelta de elementos tradicionales en el misterio, clámide para el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario